
Hoy en día, esta prenda es indispensable en el armario de cualquier mujer. El pantalón es una prenda que empodera a las mujeres, que da seguridad y libertad de movimiento. Aunque en la actualidad es común vestir esta prenda y que casi todas podemos elegir que llevar, falda o pantalón, no siempre ha sido así.
Hablar de pantalón es hablar de elegancia, estilo y feminidad, un reto a la historia conservadora y tradicional. Hoy por hoy, su uso está normalizado. Pero es una prenda que revolucionó la historia, que representa comodidad, movimiento y, por supuesto, es sinónimo de libertad.
Pero ¿cuándo comienza la mujer a usar pantalón? Ya en el siglo XIX utilizaban unos “pantalones” bombachos que iban ceñidos a la rodilla y que empleaban para montar en bicicleta o una falda pantalón para montar a caballo. Pero más allá de estas actividades, el pantalón seguía siendo una prenda masculina. Todavía a principios del siglo XX, el código de vestimenta femenino estaba compuesto por falda y saco entre la clase media y alta.
El uso del pantalón por parte de la mujer se generalizó durante la II Guerra Mundial cuando las mujeres tuvieron que incorporarse a la trabajar en las fábricas mientras sus maridos se encontraban combatiendo. Las mujeres empiezan a utilizar los pantalones de sus maridos por comodidad y necesidad para acudir al trabajo. Pero más tarde fue la diseñadora Coco Chanel quien los popularizó y los introdujo en la moda femenina. Una mujer con fuertes ideales y una visión vanguardista, tomó la pieza básica del armario masculino para darle vida al pantalón femenino. Una prenda que representara a la mujer del futuro, segura y libre.

En 1935, en Estados Unidos aparece la marca Lady Levi’s, que da inicio a una relación entre la mujer y el pantalón vaquero que perdura hasta la actualidad. El pantalón femenino causó una verdadera revolución en los años 60, cuando se convierten en la primera prenda “mixta”. A esta revolución contribuyeron tanto el movimiento hippie como diseñadores como Yves Saint Laurent, que en 1966 se encargó de consolidar la pieza. Le Smoking fue como denominó a su elegante traje de pantalón. El esmoquin femenino empoderó la figura de la mujer, transmitiendo sensualidad y fuerza, e inspiró a muchos otros diseñadores de la época.
Hoy en día, a diferencia del traje de hombre, la versión femenina adopta diferentes colores, texturas y tejidos. El traje de saco y pantalón se ha posicionado como uniforme predilecto de la mujer para oficinas, comercios, etc.
Como ves, el origen del pantalón femenino fue el empoderamiento de las mujeres.
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