La palabra capitonado proviene del francés capitonner (acolchar o tapizar) lo cual nos hace remontarnos inmediatamente a una sensación de confort y suavidad. En sus inicios fue utilizado únicamente en temas de decoración y mobiliario y los muebles capitoneados representaban el mayor estatus de una clase social y su forma de vida. Se dice que tiene origen en el siglo dieciocho, cuando un vizconde inglés pidió a un ebanista que le creara un sofá para que los caballeros de la aristocracia no perdieran la postura durante sus charlas o cuando tomaban el té. El resultado final fue el famoso sofá Chesterfield, fabricado en piel, con un respaldo-reposabrazos continuo que permitía apoyar los brazos manteniendo la espalda recta.
Capitonado siempre nos trae a la mente los famosos “remaches” o botones y que por décadas han sido aplicados a sillones, sillas, taburetes, cabeceras o cojines.

Capitonado
Con el paso de los años ha ido adaptándose a las tendencias de cada época. Hoy en día resulta un estilo muy común en hogares y guardarropas dando un toque de distinción, elegante y a la moda, ya sea como decoración en el mobiliario o como parte del outfit en textiles, calzado o accesorios como carteras o mochilas.
Las chamarras capitonadas, es decir con apariencia de edredón y volumen, aparecen en las propuestas de distintas firmas de moda que apuestan por esta prenda para complementar looks sofisticados cada temporada.